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La Batalla Contra el Glioma

Resultado exploración del cerebro

El cuerpo humano es una máquina con una jerarquía establecida. Es posible que el corazón sea el motor que nos ayuda a vivir, pero es, sin duda, el cerebro el órgano que determina la clase de vida que tenemos. En esa caja estanca, y ampliamente desconocida en su mayor parte, residen nuestros miedos y nuestros afectos, la capacidad de emocionarnos y de enfadarnos, nuestros sentidos y nuestro equilibrio. Todo lo que somos depende del más vital de los órganos, ese que la naturaleza se ocupó de blindar con el cráneo, el hueso más duro del cuerpo, y que alejó todo lo posible del suelo para evitar problemas. Es por eso que ante cualquier problema relacionado con el cerebro, se pone toda la carne en el asador para solucionarlo. Cuando el problema es serio, como puede ser un tumor, se pone en marcha la maquinaria completa, la quimioterapia, pasar por las manos de quienes han hecho el Técnico Superior en Radioterapia en Madrid, por ejemplo, o la radiocirugía se pone al servicio de la curación del cerebro.

En España, se tiene estudiado que, el glioblastoma, esto es el tipo de cáncer cerebral más frecuente, tiene una incidencia de 8,73 casos por cada 100.000 habitantes cada año en caso de los hombres y de 5,41 en las mujeres. En cuanto a la cronología de la enfermedad, se ha establecido que existen hasta tres picos de incidencia de la patología. El primer estado de incidencia alta se produce en la infancia, siendo este tipo de tumores el segundo más común a estas edades detrás tan sólo de la leucemia. El segundo pico de incidencia se produce a partir de los treinta años aproximadamente, y por último, se produce un ascenso brusco de la incidencia en la última década de nuestra vida.

Una vez conocidos algunos números que circundan a esta enfermedad, vamos a prestarle atención a un último recurso que ha demostrado su utilidad en la extensión de la esperanza de vida de este tipo de pacientes, así como de su calidad de vida. Lo que se conoce como radiocirugía de rescate es un arma más en la lucha contra el glioma que se suele aplicar a personas que habiendo pasado por tratamientos convencionales, han recaído de la enfermedad.

La radiocirugía de rescate, es un procedimiento médico multidisciplinar (en el que intervine un Tecnico Superior en Radioterapia) que consiste en la aplicación de una alta dosis de radiación, en un espacio determinado y delimitado radiológicamente del cuerpo, de manera interna y concentrada. Pese a lo que pueda parecer, es un proceso escasamente agresivo y no hace necesaria la hospitalización del paciente.

Los resultados de este tipo de técnica médica se han visto plasmados en un estudio que ha analizado las virtudes, para los pacientes aquejados de esta patología, de este procedimiento. Analizados una amplia muestra de casos, en los que el 97% habían superado una cirugía relacionada con el glioma y más del 65% había recibido tratamientos tales como la quimioterapia o la radioterapia intraoperatoria, y a los que se sometió a la radiocirugía de rescate, se colocó en un buen 27% el porcentaje de los casos de los enfermos que habían se habían ido a los más de cinco años de supervivencia. Además una supervivencia con aceptables cotas de calidad de vida.

Como se puede ver, las ramificaciones del trabajo del Técnico Superior en Radioterapia son amplias. Por eso en ITEP tratamos de poner, a disposición del alumnado que elige esa profesión para su futuro, los medios materiales y humanos para que su formación haga posible que el día de mañana, puedan ayudar a salvar vidas acuciadas por este tipo de enfermedades.

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