Diagnóstico por Mamografía

“No hay que mal que por bien no venga” es una frase dicha que se lleva utilizando desde que el tiempo es tiempo. En el campo de la sanidad, hay pocas frases que expliquen con tanto tino los inicios de algunos procedimientos. Rudimentarias técnicas que, si bien cumplían con su objetivo, por desconocimiento de las propiedades de algunos elementos en que se basaban las herramientas necesarias para aplicar los tratamientos, exponían el cuerpo de los pacientes a riesgos que hoy en día se han minimizado. Un ejemplo de ello es algo que ocupa el día a día de las personas que han realizado del Curso de Tecnico Superior en Imagen para el Diagnostico en Madrid, o cualquier otro punto de España, la realización de mamografía.
Este tipo de pruebas diagnósticas, tiene a sus espaldas más de un siglo de antigüedad. Concretamente fue Albert Solomon quien, en 1913, experimentó en pos de, con piezas quirúrgicas, lograr imágenes radiográficas de los pechos de mujeres enfermas para determinar el diagnóstico de posibles afecciones de diversa gravedad. No fue hasta el periodo entre 1940 y los años 70 que esta técnica fue desarrollándose a medida que los equipos iban refinándose, entre otras cosas en la búsqueda de someter a cada vez menos radiación al cuerpo de la paciente. Uno de los avances que se produjo en este tiempo fue la determinación de someter a compresión el pecho objeto de la mamografía para mejorar la calidad de la imagen conseguida. El siguiente paso, en este pequeño repaso a la evolución histórica de la mamografía, se produjo en el año 2000 cuando los adelantos tecnológicos se pusieron del lado del Tecnico Superior en Imagen para el Diagnostico cuando se logró digitalizar estos procesos logrando resolución insuperable en un tiempo mucho menor, reduciendo del mismo modo, el nivel de radiación necesaria en cada mamografía.
Ahora, en el marco de la renovación del equipamiento de la sanidad española, tenemos que hacer referencia al equipo que se ha instalado en un hospital de la región de Murcia. En este centro hospitalario se ha colocado uno de los primeros equipos de Mamografía 3d, o como se conoce, de Imagen Sintetizada. De este modo, sometiendo el pecho de la mujer que se realiza la prueba a una dosis de radiación convencional, se construye, gracias a la tecnología C-view un modelo tridimensional de los tejidos analizados, de modo que se descarta tener que disparar radiación adicional innecesaria. Este equipo, de este modo, logra imágenes más concretas, a la par que mejor localizas, lo cual consigue un diagnóstico más eficaz. La manera en que se consiguen estos resultados tan completos y concretos se resume en la reducción del análisis del pecho que se somete a la prueba diagnóstica a cortes de un milímetro de grosor, logrando de este modo que, incluso los pechos con más tejido, siempre más complicados de analizar, puedan ser revisados al detalle consiguiendo diagnósticos lo más fieles posible a la realidad.
Como hemos expresado en más de una ocasión, desde ITEP celebramos todo avance en el desarrollo de los equipamientos médicos que consiguen, no solo poner remedio a los problemas de salud de la población sino también adelantarse a los acontecimientos y elevar la alarma diagnóstica que lleven a la curación. Para eso, es tan importante el desarrollo tecnológico como la formación del Técnico Superior en Imagen para el Diagnostico que se tiene que hacer cargo del uso de estas máquinas. Por eso nuestro esfuerzo está enfocado a dotar de esa educación, basada en una sólida base teórica y el desarrollo de un programa de prácticas constantes a lo largo del curso, a las personas que nos eligen para aprender este oficio que tantas vidas salva actualmente.