Me Informo

Tecnico superior en Radioterapia, la nutrición oncológica

Nutricionista con frutas en un escritorio

Cáncer. Es una palabra que retumba mucho o dolorosamente en la mente de aquellas personas a las que se les diagnostica. Es una palabra que esconde detrás, no sólo el evidente miedo a lo desconocido y, en ocasiones, a lo inevitable, sino también la percepción de que todo lo que se da por sentado está a punto de cambiar. La persona que se convierte en paciente pasará por muchas fases, y en manos del personal que está a su cargo está la potestad de poder hacer que el proceso sea lo más llevadero posible. En esa lista está mucha gente, desde la persona que ha superado el Curso de Técnico Superior en Radioterapia en Madrid, entre otros sitios de España, que se encargará de llevar a buen puerto el tratamiento que corresponda a cada patología, hasta las personas que se encargan de algo que pasa normalmente desapercibido pero que cuenta con una importancia básica: la nutrición.

Cada vez se está investigando más a fondo todos y cada uno de los elementos cuyo sumatorio equivale a un tratamiento más completo y efectivo de los pacientes oncológicos. Un aspecto que empieza a tenerse en cuenta es el efecto que, tanto la enfermedad, como los agresivos tratamientos que acarrean (no olvidemos que, de la mano de un Técnico Superior en Radioterapia, esta técnica no deja de fundamentarse en la aplicación de radiación sobre el paciente), traen consigo y que repercuten negativamente en la energía y el peso de la persona que sufre la enfermedad. Es por esto que, desde fuentes sanitarias, se están poniendo en marcha programas piloto e iniciativas destinadas a investigar y, llevar a cabo, intervenciones nutricionales que traten de paliar la pérdida de peso de este tipo de pacientes.

Uno de los primeros estudios al respecto que se han llevado a cabo, se realizó en un hospital de Palma de Mallorca. Para la ejecución del mismo se evaluó el estado nutricional de más de un centenar de pacientes aquejados de algún tipo de tumor, resultando que casi el 75% de ellos sufría algún grado de malnutrición debido a la enfermedad o complicaciones derivadas de la misma. Este hecho, lógicamente, traía consigo un déficit importante en la calidad de vida de la persona aquejada del cáncer. Una vez cuantificados los datos, se apoyaron los tratamientos que los pacientes del estudio estaban llevando a cabo (radioterapia y quimioterapia), con asistencia nutricional específica en cada caso, elaborada en consonancia con un equipo multidisciplinar de profesionales sanitarios.

Los resultados, arrojan que la asistencia nutricional al paciente oncológico puede hacer posible que éste pierda el menor peso posible y, con ello, logre múltiples beneficios. En el estudio mallorquín, se logró que el 80% de los pacientes sobre los que se intervino, ganaran, al menos el 30% del peso que habían perdido durante el tratamiento. Estos son los resultados que se arrojan de los primeros 6 meses de estudio.

También se ha demostrado que, con la aplicación de un seguimiento y una aplicación de una nutrición específica, los pacientes del estudio que respondieron mejor a estas medidas, aplicadas por un equipo liderado por prestigiosos Dietistas-Nutricionistas, mejoraban ostensiblemente su calidad de vida y aumentaban limitadamente la tolerancia a los tratamientos oncológicos que estaban llevando a cabo.

Los alumnos del Curso de Técnico Superior en Radioterapia que lo realizan con ITEP, saben que no son una parte independiente de la atención al paciente oncológico, forman parte de un proceso integral que busca sanar al paciente de la mejor y más rápida forma posible. Es por esto que conocen, y están al día, de investigaciones como a la que nos hemos referido en este artículo y que buscan complementar los tratamientos tradicionales con herramientas que los hagan ser más eficaces.

¿Quieres más info?
Solicita información